miércoles, 2 de diciembre de 2009

LENGUA Y LITERATURA II

Actividades:
1) ¿Qué es un ensayo?
2) ¿Por qué el ensayo se origina en época de crisis?
3) ¿Por qué el ensayo es el género de la modernidad?
4) ¿Cuáles son los antecedentes del ensayo?
5) Resuman en un párrafo breve las características del ensayo.Después trasladarlas a un cuadro sinóptico.

Desarrollo

1) El ensayo es una comparación literaria, generalmente breve, que tiene por centro exponer la opinión del autor sobre los más variados temas: una mirada crítica que combina arte y verdad, reflexión y voluntad de estilo.

2) El ensayo se origina en periodos de crisis, por qué continuamente las personas se enfrentaban a problemas nuevos y se cuestionaban lo establecido desde un punto de vista moral sin pretensiones de imparcialidad, como mera opinión sin dogmatismo.

3) El ensayo es el genero de la modernidad por qué nace después de los grandes cambios del siglo XVI y se fortalece después del Renacimiento y la Reforma: madura en su conjunción con el periodismo a fines del siglo XVIII: se especializa en el XIX y llega a su esplendor en el siglo XX.
Se presenta como síntoma de la modernidad en cuanto abandona pedantería seudo científica y se apoya en un fuerte escepticismo cuestionador, cercano al racionalismo cartesiano.

4) Sus antecedentes remotos deben buscarse en la diatriba de los antiguos filósofos griegos, conocidos con el nombre de sofistas, el quodlibet medieval o disertaciones libres sobre distintos temas y la miscelánea erudita o retórica.Ciertas obras de Platón, Cicerón o Séneca se consideran precursora s del ensayo, en forma de diálogos, cartas o discursos.
Se ha prestado especial atención a la obra del sirio Luciano de Samosata, Diálogos de los dioses, como fundacional del ensayo, en cuanto asume el tema polémico, la opinión vivaz, la conjunción del moralista, el retórico y el orador, dispuesto a cuestionarse, dudar y también, por qué no, fustigar los defectos del hombre.

5) Los qué siguen son una suerte de “diez mandamientos” a tener en cuenta para la caracterización de un ensayo:
Supone el descubrimiento de de un yo no autobiográfico ni confecional.
Conlleva una fuerte voluntad de estilo que lo convierte en una pieza de orfebrería literaria, por momentos cercana a la conversación, al discurso moral o al artículo de costumbres.
Su naturaleza fragmentaria, inacabada y abierta le permite abordar todos los temas, aproximarse a todos los géneros al mismo tiempo, diluirse en una imprecisa delimitacion.
Se ha dicho también que no hay ensayos sin ensayistas porque la autoridad del escritor es la piedra fundamental del género.
Tampoco puede prescindir del lector, implicado como en una conversación tácita.
La argumentación, base del ensayo, no sigue una secuencia hiperlógica sino que fluctúa entre opuestos, contemplando los pro y los contra, lejos de la exactitud matemática.
Por lo tanto, adscribe a un “ordo fortuitus”, es decir, un orden azaroso, dictado más por la retórica que por la lógica.
La digresión forma parte de su propia naturaleza: ese vaivén entre el rigor lógico y la dispersión literaria.
Su artificio preferido es el uso de la paradoja y la analogía fundada en anécdotas y citas metafóricas que le sirven de sostén argumental.

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